Fidel Castro, actor de cine

Rodolfo Izaguirre

El crítico uruguayo Álvaro Sanjuro Toucón sostiene que Fidel Castro participó como extra en el film Escuela de sirenas (1944), de George Sidney, junto al comediante Red Skelton, el músico y director de orquesta Xavier Cugat y Esther Williams, la célebre campeona y recordwoman llamada “La Sirena de América”. Dos años más tarde, Fidel reaparece en Holiday in Mexico, también de Sidney, un realizador considerado como importante artesano en el renacimiento del musical americano y uno de los directores más apreciados entonces en la Metro Goldwyn Mayer.

Fue Xavier Cugat el primero en revelar las apariciones cinematográficas del líder cubano, que para entonces tendría 18 o 20 años. Resultaba explicable que apareciera en el cine porque, alto como era, configuraba la atractiva imagen del latinoamerican boy. Según Cugat, “se trataba del joven hijo de un poderoso terrateniente cubano de origen español”.

No imaginaba entonces este aspirante a actor cinematográfico que algunos años más tarde irrumpiría con verdadero estrépito en la Historia y que en menos de medio siglo protagonizaría en su propia vida una película de acción más espectacular, épica, intensa y dramática que la que el propio cine hubiese realizado sobre él desde la más excitante ficción.

El cineasta norteamericano Oliver Stone (Born on the Fourth of July; JFK; Platoon; Midnight Express), quien no ha ocultado nunca su admirada devoción por el líder cubano, realizó con y sobre él dos largos documentales:

 

Según el crítico uruguayo Álvaro Sanjuro Toucón, Fidel Castro participó como extra en la película Bathing Beauty (Escuela de sirenas), protagonizada por Esther Williams en 1944. Quince años después y convertido en el líder de la revolución cubana, Castro hizo su primera visita oficial a Venezuela. Fotografía de Juan Martínez Pozueta, 1959. Colección Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional de Venezuela.

Comandante, en 2003, y Looking for Fidel, un año más tarde. En Comandante se habla de filosofía e historia y se muestra a Castro como un humanista, pero a la película no le fue bien porque su estreno en HBO coincidió con el acontecimiento de los balseros que trataron de apoderarse de un ferry en la bahía de La Habana; éstos fueron detenidos, condenados a muerte y ejecutados tras juicios sumarísimos, lo que avivó mundialmente las condenas al régimen castrista y cuestionó el presunto humanismo expuesto en el documental. Oliver Stone, sin embargo, regresó a Cuba con el fin de obtener respuestas y profundizar en la realidad política de la isla. El resultado fue la larga entrevista con el mandatario cubano documentada en Looking for Fidel.

En diciembre de 2007, Stone estuvo presente en la zona fronteriza colombo-venezolana durante la frustrada entrega de los rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el propósito de registrar lo que se anunciaba como un glorioso acontecimiento.

En todo caso, no deja de ser un juego apasionante hacerse con una copia DVD de las dos películas de George Sidney y, con gran esfuerzo, apartando la vista por momentos de la escultural Esther Williams y sus bellas sirenas, observar con particular atención a todos y cada uno de los extras que aparecen en el film y, apoyados apenas en los datos muy simples aportados por Xavier Cugat, tratar de identificar a Fidel Castro en un joven alto y caribeño no sólo como galán cinematográfico en ciernes sino como el hombre que logró estremecer a la Historia y entrar en ella, barbudo y a caballo, el 1.° de enero de 1959.