Un fraude descrito con humor
Las elecciones presidenciales de 1897 fueron ganadas abrumadoramente por el general José Manuel Hernández, apodado “El Mocho”, pero el hombre fuerte de la época, Joaquín Crespo, modificó los escrutinios para que favorecieran a Ignacio Andrade. Otro político célebre entonces y quien pasaba por amigo de los eclesiásticos, Juan Pablo Rojas Paúl, participó en la contienda.
Los resultados fueron los siguientes, después de los retoques del crespismo: Ignacio Andrade, 406.610 votos; José Manuel Hernández, 2.203; Juan Pablo Rojas Paúl, 203. En los mentideros de la capital se explicó el escamoteo así: El Mocho se quedó con las masas, Andrade con las mesas y Rojas con las misas.
